Ya no siento por ti aquel odio que me hacia enloquecer de rabia por todo el daño que me causaste en pasado.
Como dicen el pasado ya pasò y ahora soy lo que soy también gracias a esa parte que vivimos después del amor.
Anoche vi nuestras viejas cartas. Vi cuantas veces te respondi con palabras hirientes, cegada por el rencor.
No te justifico, no digo ahora que lo que me hiciste no doliò, es mas te lo confirmo.
Pero también puedo decirte con total serenidad que ya no duele.
Que estoy tratando de recordar lo bueno que me diste, porque fué tanto.
No podré jamàs cancelar el peso de las lagrimas, pero al final de cuentas me sirvieron para ser mas fuerte.
No sé como vives, donde vives, ni con quién.
Solo espero que estés bien.
Solo espero que hayas encontrado un gran amor, como también yo lo encontré, después de ti.
Sabes, he estado pensando que todo el amor que nos dimos, todo lo bello que vivimos no merece ser sepultado por errores de juventud.
Quiero irme de ésta tierra cerrando ese circulo que quedò suspendido desde que decidi no verte mas.
No quiero que la persona que tanto amé en mi vida siga pensando que en cada rincon del planeta a donde la vida me lleve lo recuerde como la peor etapa de mi vida, como alguna vez crei que seria.
Cuando las heridas finalmente cicatrizan, todo parece diferente.
Cuando llega la tan ansiada serenidad ya nada de lo malo toca todo lo bueno que la vida hoy me da.
Yo crei que algun dia caminaria contigo tomados de la mano hasta la eternidad, pero esa dicha nos durò pocos años. Porque al llegar aquella etapa en la que nos creimos invencibles nuestras manos se separaron de un modo cruel.
Hoy quiero agradecerte por todo lo bueno que me diste.
Por todo lo maravilloso que vivimos.
Por todos los besos.
Por todas las sonrisas.
Por todos los detalles.
Por los grandes momentos.
Por haberme hecho sentir especial en mas de una ocasion.
Por haberme hecho sentir la mujer mas importante de tu vida, en aquella etapa donde tanto nos amamos.
Gracias y que la vida te bendiga con amor.
Talvèz algun dia hablaremos de todo con calma, sentados frente a un buen café. Talvèz algun dia pueda volverte a ver a los ojos y decirte:
Ya no te preocupes.
Ya mi odio. Sanò.
Piccolita
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